Hoy es 17 de julio
Así parece que está el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pensando en la eternidad. No ve lo que tiene delante. El independentismo no le va a facilitar nada y su cesión con la confusa y difusa figura del relator, sus presiones presupuestarias y el juicio al procés que empieza la semana próxima, lo llevan a un camino sin retorno. Sus propios correligionarios dicen que ya va tarde
Borrell apuesta por reforzar la relación política con un país que "comparte valores" con España porque es la mayor democracia del mundo
El asesor del PP que hizo la pregunta considera la respuesta una "tomadura de pelo" y acusa a Sánchez de mentir a la ciudadanía
En nuestra reciente historia se va a recordar este 2018 a punto de finiquitar por muchos motivos. El resiliente Mariano Rajoy no pudo aguantar y ha pasado a mejor vida política pero estupenda personal. Tenemos en La Moncloa a un renacido Pedro Sánchez, ni los suyos terminan de creérselo. Y en Cataluña contenemos la respiración. Mientras aparece el factor Vox cuando nadie les esperaba
El asunto catalán nunca se ha ido, ha estado ahí, está y estará. Nos hemos entretenido, no han entretenido con otros asuntos, no menores (consecuencias del resultado andaluz, enfrentamientos parlamentarios, dimes y diretes con las nuevas derechas o con las izquierdas, exhumación de Franco,…) pero no tan trascendentes como la cuestión catalana. Están en juego entre otras cosas, la estabilidad política del país y la reconciliación entre los catalanes
No quiero ser pájaro de mal agüero, pero entre zombies y difuntos está el juego político. En los tiempos que corren, y en estas fechas más, los muertos resucitados y los zombies reconvertidos en entes reales se disputan el protagonismo
Su nombre así a 'Solas' como su libro, la define como una mujer por encima de todo. Carmen Alborch era vital, generosa, tierna, acogedora, divertida, festera, disfrutona, amiga de sus amigos, intelectual, práctica y cercana, rompedora, transgresora, pionera y referente feminista. Moderna, muy moderna en la expresión más colorista del término
Las cuentas del Estado de nuevo se están convirtiendo en una suerte de danza o minué para unos, llámese Pablo Iglesias, o trampantojo para otros, o sea Pedro Sánchez, que a fuer de pretender ser un ilusionista virtuoso busca su permanencia en la Moncloa con las cesiones que correspondan.